La misericordia triunfa sobre el juicio.

Lee el capítulo 16 del libro de Números.
Cuando Israel fue sacado de Egipto hacia la tierra prometida (Palestina), si ves un mapa con las rutas de sus 'paradas' marcadas notaras que los Israelitas viajaron en círculos por 40 años. Hay muchos acontecimientos registrados que nos traen al corazón lecciones profundas, vividas enseñanzas, de un pueblo rebelde, (que la mayoría quedaron postrados en el desierto) un pueblo, ingrato, inconforme, murmurador y obstinado, pero también trae la luz de la gracia y misericordia de un Dios santo, celoso, severo y perfecto que es constantemente ofendido y desobedecido por su pueblo. No eran nada sin Él, sino solo esclavos a merced del Faraón, pronto se olvidaron quién eran ellos y quien era Él.
La rebelión.
Los varones Coré, Datán y Abiram, se rebelan contra Moisés y Aarón organizando una sedición de 250 varones nobles (Números 16:1-3). ¿Quienes eran estos hombres? Coré era Coatita, de la familia de Leví. Los Coatitas eran los encargados de ayudar en la movilización de los utensilios del templo cuando el tabernáculo se trasladaba, pero no pertenecían a la linea sacerdotal, por lo que había celo, rencor y amargura en sus corazones hacia Moisés y Aarón (V3).
Números 16:3. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: !!Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
En palabras llanas acusaban a Moises y Aarón de autonombrarse lideres y enseñorearse perversamente de la congregación. Dios juzgo esta rebelión, por medio de una gran señal, la tierra se abrió y se trago a los rebeldes (V. 26-32). Pensaríamos que este magnifico despliegue de la ira santa de Dios, seria suficiente, para dejar claro que la rebelión y murmuración era contra él mismísimo Dios, pero en el (V41) leemos que nuevamente el pueblo murmuró. Ahora los acusan de querer asesinar al pueblo (recuerda hermano, es a Dios a quién acusan de asesino). El Señor se encendió en ira, decidido a consumirlos a todo el pueblo y solo dejar a Moises y Aaron (V.45)
Números 16:45. [Dijo Dios] Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos [Moisés y Aarón] se postraron sobre sus rostros.
¿Qué hacen Moisés y Aarón? Se postran de rodillas y claman. Están en el clímax de la historia, en su historia, donde TIENEN QUE ORAR, CLAMAR POR MISERICORDIA, quizá Dios se apiade y se acuerde de su pacto.
Números 16:46. Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado.
47. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo.
48. y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad
Significado y aplicación para nosotros.
1. En el nuevo testamento, Cristo es identificado como el Sumo Sacerdote (Así como Aaron). Sin embargo, Aaron, en la historia anterior, uso incienso para apaciguar la ira de Dios contra los israelitas. Pero Cristo con su propía sangre apaciguó la ira de Dios que estaba contra nosotros (a esto se le conoce como "propiciación") ¿Pero porque era necesario hacer propiciación? ¿Porque la ira de Dios estaba contra nosotros? La respuesta es simple, por el pecado. El pecado es lo que enciende la ira de Dios (puedes leer Jn 3:18-19 y Jn 3:36), por eso era necesario un salvador, que con su perfección, muriera en nuestro lugar y a través de su muerte satisfacer la demanda de Dios y librarnos de su ira.
Así como Aarón se paro entre los vivos y los muertos con incienso, así mismo Cristo con su sangre se paro en una cruz y detuvo la inminente muerte que aceleradamente se aproximaba a nuestra vida.
Ahora este sumo sacerdote [Cristo] ha resucitado y esta sentado en gloria intercediendo siempre por los suyos que gozan de acceso directo a la misericordia de Dios.
2. ¿Recuerdas lo que hicieron Moises y Aaron por los rebeldes? De rodillas clamaron por misericordia. En este tiempo la Iglesia y solo la Iglesia tiene el acceso a la silla de misericordia, solo nosotros somos escuchados por Dios (Dios no escucha a los pecadores, pero si alguno es temeros de Dios a ese oye, Juan 9:31). En este momento puntual de la historia es la Iglesia quien debe volverse al Señor e interceder por los moradores de la tierra.
Hermano medita en tu corazón:
- ¿Qué significa para ti que: Dios a la vez que juzga el pecado, es misericordiosos para salvar a los suyos? Hebreos 2:17
- ¿No sientes paz en tu corazon en medio de cualquier tribulacion, al saber que tu Sumo Sacerdote esta dia a dia intercediendo por ti? Romanos 8:34
NOTA: Lee para mayor profundidad del tema "la oración Sumo Sacerdotal de Jesús" Juan 17:1-25.